El silencio de las sirenas

Arrecife de las sirenas en cabo de gata.

Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.



Para guardarse del canto de las sirenas, Ulises tapó sus oídos con cera y se hizo encadenar al mástil de la nave. Aunque todo el mundo sabía que este recurso era ineficaz, muchos navegantes podían haber hecho lo mismo, excepto aquellos que eran atraídos por las sirenas ya desde lejos. El canto de las sirenas lo traspasaba todo, la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones más fuertes que mástiles y cadenas. Ulises no pensó en eso, si bien quizá alguna vez, algo había llegado a sus oídos. Se confió por completo en aquel puñado de cera y en el manojo de cadenas.



El silencio es tremendo, muchos hablan de la soledad, tengo suerte de que aún no he probado más que la soledad buscada a ratitos, por momentos, pero el silencio me preocupa y que alguien utilice su silencio para hacer daño.

Como Ulises, para guardarme del bello canto de las sirenas, me tapo los oídos con cera y me ato las manos para no destrozar con mis manos esa inocente alegría que poseen.
Que afortunado soy porque el sendero de la vida me ha traído hasta este lugar.

Fotográficas nocturnas tomadas en el arrecife de las sirenas, Cabo de Gata.
Datos;
La primera Iso 200, 11mm, f6.3, 481s
La segunda Iso 200, 11mm, f5,6, 481s
Ambas iluminadas con linterna, filtrada con un gel CTO 1/4

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